Cuentos que soñaron con tapas

Escribir. Ser un escritor. Qué tipo de escritor ser. Aventuras y desventuras de ser un escritor. Ser un escritor e ir a la oficina, cocinar fideos, estar cansado y no tener plata.
Una noche de cervezas con amigos que alientan la idea de unir los cuentos desperdigados por distintos medios. Una compilación como un sueño dorado, todo junto e impreso. Imprimir. Tener el libro propio. Soñar portada, titulo.

Salvar del olvido. Perpetuarse. Regalarle a la inmortalidad las palabras escritas.

Los cuentos que integran este libro describen el recorrido de su autor Federico Ferroggiaro en un trabajo como “escribidor”.

Su autor: Federico G. Ferroggiaro

Es Profesor Universitario en Letras (UNR – FHUMyAR) – Maestrando de la Maestría en Literatura Argentina (UNR – FHUMyAR). Docente en las escuelas EESOPI No 8066 “Zona Parque” y en la EEMPA No 1256 “Julio Maiztegui” de la ciudad de Rosario. En la UNR, docente del Taller de Escritura Académica en la Facultad de Ciencias Veterinarias y en la Facultad de Humanidades y Artes. Docente a cargo de la Parte Especial Literatura Italiana de Literatura Contemporánea en la Carrera de Letras de la UNR – Facultad de Humanidades y Artes. Responsable de Prensa en la UTN – Facultad Regional Rosario.

Libros de publicados: El pintor de delirios (Editorial Municipal de Rosario, 2009; por la obtención del segundo premio en el Premio Ciudad de Rosario, convocado en el año 2008). Cuentos que soñaron con tapas (Editorial El ombú bonsái, 2011). La niña de mis ojos (Editorial El ombú bonsái, 2013, colección Raíces Aéreas, como resultado de la Convocatoria 2012 de Espacio Santafesino). Tetris (UNR Editora, 2016). Par de seis (Baltasara editora, 2017).

 

La editorial: Casagrande

“Casagrande es una editorial situada en Rosario. La perspectiva que ofrece esta situación es fabulosa: mirando el Paraná uno puede alcanzar pensamientos complejos con satisfacción, pero rápidamente escapar por la llanura pampeana; contemplando los verdes campos uno puede soñar que la ciudad está lejos y sin embargo se trataría de una serie de pocos minutos. Allí nuestra editorial hace su nicho, como la semilla que en el surco acaba de brotar.

Creemos que la edición no sólo es encontrar y elegir textos para poner en circulación, también es entrar en contacto con personas que realizan un trabajo muy íntimo y singular. Nos gustan las personas y nos gusta y nos llena de alegría nuestro trabajo. La edición también trata de imaginar una espacialidad para ese texto, un continente, que lo represente. Tratamos de realizar nuestra tarea imaginándonos en la piel del lector. ¡Cuántas preguntas nos surgen pensando en el lector!

Nos gustan los libros, nos gusta el papel, nos gusta tocarlos y encontrarle detalles coloridos. Nos gusta leer e invitar a leer, en voz alta y en silencio, imitando acentos extranjeros, sintiendo en ese recorrido el tiempo que se escurre: nos gusta sentir ese tiempo y dejarlo ir. Nos gustan las aventuras, los viajes, pero también nos gusta lo subjetivo de los personajes, e identificarnos muchas veces con ellos.

Nos gusta que los escritores quieran su libro, que lo levanten como un trofeo. Por eso en Casagrande queremos hacer libros lindos.  Y por eso vamos aprendiendo de lo que creemos que es lindo y de lo feo, para imitar en las posibilidades y para transformar lo que no nos gusta.

Hacemos libros y cuadernos en versiones artesanales e industriales, encuadernaciones en rústica y en cartoné. Valoramos por sobre todo el proceso de construcción del libro, por lo que practicamos la confección artesanal: los interiores cosidos a mano, con las tapas unidas con telas, pintadas y grabadas.

Nos gusta la cercanía. Cuando hacemos los libros nos sentimos cerca de los autores y de los lectores. La cercanía es para nosotros una cuota de confianza, nuestros libros buscan acercar a lectores y autores”.