Buenos Aires, la ciudad que nunca duerme, vibra al ritmo de un sinfín de propuestas culturales. Entre ellas, el teatro ocupa un lugar destacado, ofreciendo un menú diverso para todos los gustos.
El Teatro Picadero, ubicado en el Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857 de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, fue un espacio cultural emblemático que marcó un hito en la historia del teatro argentino. Si bien su existencia fue breve, su legado perdura en la memoria colectiva como un símbolo de resistencia contra la opresión y un faro de creatividad en tiempos oscuros.
El Picadero surgió en 1980 por iniciativa del director Antonio Mónaco y la actriz Guadalupe Noble, quienes buscaban crear un espacio teatral independiente que se alejara de los cánones comerciales. El teatro se instaló en una antigua fábrica de bujías, transformando un lugar industrial en un hervidero de actividad artística.
En 1981, se convirtió en la sede principal del ciclo «Teatro Abierto», un movimiento cultural que reunió a más de 30 obras de teatro con el objetivo de desafiar la censura impuesta por la última dictadura militar argentina. Las obras, que abordaban temáticas sociales y políticas de manera crítica, generaron gran repercusión y convocatoria de público.
La respuesta del régimen dictatorial no se hizo esperar. El 6 de agosto de 1981, un comando militar incendió el Teatro Picadero durante la madrugada, apenas una semana después de la finalización del ciclo «Teatro Abierto». El atentado significó la pérdida material del espacio, pero no logró apagar la llama de la resistencia cultural.
A pesar de su corta vida, el Teatro Picadero dejó una huella imborrable en la historia del teatro argentino. Se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos. Tras años de lucha y gestión, en 2007, el espacio reabrió sus puertas bajo la dirección de Sebastián Blutrach, manteniendo viva la llama del teatro independiente y comprometido.
En la actualidad continúa siendo un referente cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Su cartelera ofrece una programación diversa que incluye obras de teatro independiente, danza, música y performances. El espacio también funciona como centro de formación y experimentación artística, fomentando la creación y el desarrollo de nuevas propuestas teatrales.
El legado del Teatro Picadero trasciende las fronteras físicas del espacio. Su espíritu de resistencia y compromiso con la libertad de expresión sigue inspirando a artistas y al público en general. La historia del Picadero nos recuerda la importancia del arte como herramienta de transformación social y la necesidad de defender los espacios de expresión libre en un mundo que aún enfrenta múltiples desafíos.
Tras una exitosa reapertura se consolidó como un polo cultural vibrante que ofrece una programación diversa y de calidad para todos los públicos.
Para conocer su cartelera te dejamos su link: https://www.teatropicadero.com.ar/obras