Esta nouvelle de 111 páginas puede ser leída en clave de biografía. En ella se narra la historia de Toro, futbolista argentino que falló en la final del Mundial Brasil 2014 y en ese acto le negó la gloría a todo un pueblo, pero, además, es la historia de Nico, el amigo que lo acompaña. Tras descubrir una trama secreta de FIFA que incluye árbitros robots, trata de redimirlo.
Valiéndose de los recursos, que ya son una marca en su escritura, el autor cruza el realismo con la ciencia ficción cuestionándose todo incluso haciendo dudar al lector qué personajes son humanos y cuáles una mera inteligencia artificial.
Con un guiño a la clásica novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? , el autor nos sumerge en el detrás de escena de las elites futbolísticas y las corruptelas que van desde el fútbol argentino hasta los altos jerarcas del fútbol mundial. Pero su cruzada no se detiene ahí, ya que lo más importante del texto, radica en mostrar las soledades y devenires detrás de los jugadores que idolatramos y se permite encontrar dentro de este entramado, un espacio para reflexionar sobre la amistad y las relaciones personajes. Hay también en la trama una arista policial que involucra al biógrafo y la vedette del momento lo cual impone a la historia un giro que nos mantendrá atentos de principio a fin en los 22 capítulos que recorren el texto.
El tiempo exacto de duración, si uno lo lee de corrido la novela, equivale a un partido con tiempo suplementario y la propuesta a las puertas de la cita mundialista parece la ideal para entretenernos y por sobre todo invitarnos a reflexionar. Los haters de las redes sociales también están presentes junto a la lujuria, la culpa y la ambición. Los condimentos necesarios para ingresar al Mundial de Qatar y mirarlo con otros ojos. Porque si hay algo de lo que estamos seguros que una vez que lean ¿Podrán los robots dominar el fútbol mundial? , es que nuestra visión del fútbol nunca más será la misma.
Nicolás Guglielmetti nos cuenta algunos detalles sobre como fue el proceso creativo de la escritura de esta historia: “La idea de la novela se gestó en 2014 tras la final que el seleccionado nacional perdió a manos de Alemania. Ahí empecé a percibir el hostigamiento de los haters de las redes sociales para con algunos jugadores del equipo de Sabella y esto me dio pie a la construcción de un personaje que diera cuenta de la condena social a la que ciertos jugadores fueron sometidos. Me pareció interesante construir un personaje al que toda la marea de exitismo y nacionalismo berreta se le viniera en contra a tal punto de tener que exiliarse. Esa idea la desarrollé por años y prosperó como una biografía no autorizada hasta que charlando con Mat Guillán mi editor de Uoiea, decidimos redireccionar la trama insertando una teoría conspirativa en que el árbitro principal de esa final era ni más ni menos que un robot dirigido por la propia FIFA para perjudicarnos. El resto, como sucede en estos casos, lo impuso la misma historia y el fragor de la escritura. Llega un punto del proceso en que la historia misma te pide que tomes decisiones hasta que al final te abandona e indica que se debe terminar”.
La historia tiene cruces entre el realismo y la ciencia ficción, ¿cómo fue el trabajo de moverte entre géneros?
Si bien en la novela hay un guiño a ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? la novela de Philip K. Dick, siempre observé el trabajo de tres autores contemporáneos argentinos como Luciano Lamberti, Carlos Godoy y Felix Bruzzone que en algunos de sus textos cruzan el realismo con elementos paranormales o de terror. También un texto que me marcó de chico fue Matadero 5 de Kurt Vonnegut, donde cuenta con maestría e ironía el espanto de la guerra con elementos de ciencia ficción. Es algo que traigo y desarrollé en varias de mis novelas anteriores como Fisher y los Refugiados y Los desquiciados donde Bahía Blanca surge como un desierto radiactivo en un contexto post apocalíptico y distópico. Tomar elementos de la realidad y distorsionarlos de tal modo que se de origen a la ciencia ficción.
Es algo que siempre trabajo en cada uno de mis proyectos de escritura. Borrar los límites de los géneros y los rótulos que ponen los críticos o la gente encargada de vender libros. Me gusta que pueda ser leída como una nouvelle, una biografía no autorizada o que la tome como cada lector quiera. Lo que me importaba era construir un relato que se pueda leer de una sentada y que la gente pueda disfrutar y reflexionar. Identificar esos personajes y contrastarlos con nuestros ídolos reales también. El texto además reflexiona sobre el oficio del escritor y el periodista cultural… precisamente un limbo donde todas esas prácticas se cruzan.
Se nota que la literatura y fútbol son dos de tus grandes pasiones, ¿cómo surge la idea de poder relacionarlas?
Ingresé a la Universidad del Sur siendo un jugador de fútbol. Hasta los 19 jugué en Bella Vista donde tuve la suerte de compartir años con cracks como Pablo Arriagada, Martin Aguirre o Rodrigo Palacio… la cosa es que el fútbol me abandonó a mi e ingresé a la universidad y a los dos meses de estar ahí encontré un libro de poesía que se llamaba Laspada escrito por Marcelo Diaz. Ahí entendí que no debía separar mis dos pasiones que era la literatura y el fútbol. De ahí que el fútbol siempre estuvo presente en la mayoría de mis historias de manera superficial o preponderante. Mi primer poemario Bella Vista (vox 2015) tiene como protagonista a Ortega, en el anteúltimo Antes que el tiempo arrase con todo (Unidad de Sentido 2021) hay un poema extenso llamado Ha muerto Maradona que está pronto a ser publicado en Nápoles y existe la posibilidad de publicarse también en Francia. Soy de una generación que se crió leyendo la revista El Gráfico y leyendo los relatos de Soriano, Dolina o Fontanarrosa. Además que el fútbol como tema sea visto de reojo por ciertos espacios de legitimación de la literatura me da fuerzas para seguir profundizando. Mi sueño es escribir la gran novela argentina de fútbol. No puedo entender cómo en un país donde el fútbol se respira y se vive con tanta pasión no haya tenido una literatura a la altura de esa demanda. Me pasa también que leo a grandes escritores y cuando intentan acercarse al fútbol o no les creo o hacen agua. Me doy cuenta que solo han agarrado la pelota con la mano o que escriben desde un lugar moralizante Yo considero que lo más interesante del fútbol se da en el detrás de escena y dentro de la cancha misma y de eso son pocos los que pueden dar cuenta.
¿En la trama intentas mostrar un lado oculto, el lado B de algunos estereotipos?
Creo que lo que hace diferente a esta propuesta de escritura y sobre lo que me interesó profundizar fue el lado B de los jugadores de élite. Mostrar el detrás de escena de ese ambiente es algo que nunca leí. Mostrar las soledades y los padecimientos de las superestrellas y el negocio y las corruptelas del ambiente también me parecía interesante plasmar. Descubrir qué sensibilidades y pensamientos hay detrás de lo que crean los departamentos de marketing, el imaginario colectivo y la devoción desmesurada.
Sobre el autor
Nico Guglielmetti nació en 1981 en Bahía Blanca. Cursó estudios de letras en la Universidad Nacional del Sur y formó parte de Vox Ruta 33 y la Escuela Argentina de Producción Poética (EAPP), ambos programas destinados a la formación de escritores emergentes.
En 2008 fundó la publicación Nexo Artes y Culturas, la cual comanda hasta estos días y oscila entre el papel, la web y el formato radio e incursiones audiovisuales. Administra la web Destino Cultura y colabora con las revistas literarias Opcit y Uoiea Fanzine.
En poesía publicó las plaquetas Cesar Palace (Bahía Blanca, Colectivo Semilla, 2009); Tres dedos (España, Niña Bonita, 2011); La adolescencia del bostezo (Chile, Letras de Cartón, 2012); Bella Vista, Bahía Blanca (Vox, 2015); Cruza el desierto (Bahia Blanca, Colectivo Semilla, 2017) y Antes que el tiempo arrase con todo (Bahía Blanca, Unidad de Sentido,2021).
Como narrador publicó Fisher y los refugiados (Bahía Blanca-Buenos Aires, 17grises, 2016), Los Desquiciados (Bahía Blanca, Hemisferio Derecho, 2017) y El que pega último (Uruguay, El viento Editor, 2020)
En 2020 Los desquiciados formó parte de la HOTLIST que organiza la Alianza Internacional de Editores Independientes, participando de la Feria del libro de Frankfurt 2020.
Es gestor cultural y editor (Unidad de Sentido, La Gallega y FNBB). Es uno de los organizadores del Festival de Narrativa de Bahía Blanca. Dicta talleres de escritura creativa.
¿Podrán los robots dominar el fútbol mundial? Es su décimo título publicado.
WEB de la editorial web https://www.tienda.uoiea.com.ar/
Instagram del autor @antesqueeltiempoarrasecontodo
Ig de la editorial @uoiea.com.ar